"La Copa Colegial nos devolvió la ilusión" José María Silva

10 de Noviembre de 2013

Aquí está la segunda Historia Colegial. Esta vez, hemos ido al Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo para hablar con José María Silva; su actual director técnico.

Nuestro protagonista nos abre las puertas del centro con la misma humildad de quien abre las puertas de su casa a un amigo. Un colegio cuya tradición baloncestística se remonta a los años 40 y que él ha vivido muy de cerca en su trayectoria como jugador, entrenador, profesor de educación física y encargado de la sección de baloncesto. Además, su talento le llevó a formar parte de la plantilla de equipos de la talla del Real Madrid.

José María Silva defiende a ultranza la importancia del baloncesto como medio formativo para los niños. “El baloncesto es un excelente deporte para los más pequeños. Es una práctica deportiva que enseña una serie de valores que ahora muchas veces echamos de menos en la sociedad como puede ser el trabajo en equipo, el esfuerzo, la capacidad de sacrificio o la de superación”. –Y prosigue- “Hay muy pocos deportes en los que todos los niños tengan igualdad de oportunidades ya que en el baloncesto cualquier niño que tenga el balón puede botar, pasar, tirar… Pueden hacer todo lo que puedan crear dentro de una cancha, y eso es muy difícil de ver en otros deportes”. También resaltó su función como herramienta de sociabilización de los chicos y chicas.

Sus inicios en el baloncesto le marcaron de tal forma que no ha podido desvincularse del mismo desde entonces. “Supongo que el baloncesto me enganchó siendo un crío. Todo el mundo tiene un primer entrenador que te atrapa, te coge y te mete la pasión en el cuerpo para siempre”. Valora de forma tan positiva su experiencia que día a día trata de inculcar lo mismo en todos los chavales que pasan por sus manos. “Aunque ahora ya no soy practicante activo intento crear esa ilusión y ese momento mágico que yo tuve cuando era un crío”.

El baloncesto en el Colegio Buen Consejo ha crecido especialmente en los últimos tiempos. Actualmente cuentan con un equipo por categoría y sexo. Trabajan de forma endogámica, con un 98% de niños propios del centro. Igualmente, trabajan con generaciones puras. José María Silva lo explica así: “es una filosofía de promoción del baloncesto. Una promoción de que el niño haga deporte y de que lo haga dentro del colegio”. Esto mismo se prolonga al ámbito de los entrenadores: “queremos tener identidad propia, no buscamos la competición. Lo que tratamos de conseguir es que el niño desde primaria no deje de hacer deporte de forma activa. Por ello, buscamos la misma identidad con los entrenadores”. -Y añade- “formamos a nuestros propios estudiantes, jugadores y entrenadores para que ellos mismos sean los transmisores de la identidad del colegio”.

Esta formación se lleva a cabo mediante un fondo de ayuda relativo al propio colegio. Desde luego, su implicación va destinada a un claro objetivo: “Quizás no seamos los mejores, pero intentamos que un alumno de Buen Consejo tenga la capacidad de estar vinculado al colegio lo máximo posible; bien como jugador o como entrenador. Pensamos que nuestro producto humano es importante. Es nuestra máxima riqueza y que esté unido a nosotros el mayor tiempo posible es lo mejor que podemos tener”.

El Colegio Buen Consejo fue uno de los primeros en formar parte de la Asociación de Baloncesto Colegial. José María Silva afirma que “involucrarnos dentro de la ABC nos sirvió para ilusionarnos, para seguir haciendo baloncesto, para seguir siendo promoción del baloncesto”. Para él, la ABC supone una vuelta a la forma de antaño de entender este deporte, cuando no había clubes, sino que el germen estaba en los colegios; cuando éstos competían en igualdad de condiciones. Y señala: “es genial porque estas actividades son las que le dan una dimensión e identidad al colegio”.

“La Copa Colegial nos devolvió la ilusión”. Una de los factores que más resalta de la misma es su gran repercusión a través de la web, los vídeos, sus camisetas y, sobre todo, su identidad propia. “Nos supone un plus de motivación. Los jugadores siempre quieren jugar esta competición, y mira que nosotros no somos nunca el equipo más competitivo, nunca la hemos ganado (hasta ahora, su mejor clasificación fue la Semifinal Masculina de 2010), pero para todos es un momento especial. Crea un ambiente diferente las tardes de los viernes en las que se reúne medio colegio”. – Y continúa – “Participar en la Copa Colegial es un orgullo. Siempre creímos en este proyecto, por eso estuvimos desde el principio en la ABC, y ésta no sólo ha cubierto las expectativas, sino que la ha superado”.

A la hora de hacerle recordar un momento en especial de todos los vividos en las distintas actividades organizadas por la ABC, destaca especialmente sus inicios, ya que no esperaba que fuera a tener la capacidad de llamada que ha tenido. “Para mí lo significativo es la gran fiesta del baloncesto que año tras año se hace alrededor de los partidos de la Copa Colegial. Eso se perpetúa y nos ayuda a seguir ilusionando a estos chavales”.

Antes de concluir, le preguntamos por su experiencia como jugador profesional y el vínculo que mantiene con el colegio. “Yo he tenido la suerte de estar en un club de los grandes y de debutar en ligas importantes. Sin embargo, cuando juntamos los críos de aquella época no recordamos algún título que ganamos o cuando estuvimos en selecciones nacionales; recordamos cuando empezamos en el colegio. Cuando estábamos en el patio y salíamos a entrenar o cuando nos escondíamos para mates en las canastas y nos echaba la bronca el que estuviera cuidando el patio en aquel momento. Esos comienzos son los que marcan”.

José María Silva añora aquellos sentimientos y esa esencia que sólo los más pequeños derrochan en cada una de sus acciones, desde la más inocente sonrisa. “Ese primer momento es una lástima no poder tenerlo más a menudo, poder descubrir algo que te emociona cada día”. De ahí a que su momento más mágico dentro de la temporada sea al inicio de la misma: “cuando llegan los más pequeños, en su primer año, les pones la camiseta de baloncesto y de repente salen todos iguales con una cara de felicidad incomparable”. Para él: “ver esa ilusión es el mejor momento que tengo a lo largo del año. Ojalá tuviese la oportunidad de regresar a esos años y volver a tener esa ilusión”.

 

Nuestros partners

La Fundación Baloncesto Colegial quiere agradecer el importante apoyo de nuestros compañeros de viaje