Monográfico para Directores Técnicos (Parte II)

11 de Noviembre de 2015

Antes de comenzar con la segunda parte del Monográfico, con la colaboración de la mano inocente de Charly Sainz de Aja, se sortearon entre los asistentes 3 libros del siguiente ponente, Chema Buceta; “Mi hijo es el mejor y además es mi hijo”. Dos de ellos, para seguir con la tradición de que el Colegio Estudio siempre tiene que ganar algo, fueron a parar a sus respectivos coordinadores. El tercero iría a parar a San Agustín.

Ahora sí, todo estaba a punto para dar inicio a la segunda parte. Chema Buceta es profesor de Psicología de la UNED, especialista en los campos de la psicología del deporte, liderazgo y coaching. Así como autor de una docena de libros y asiduo conferenciante en varios países del mundo, además de asesor de directivos y empresas, y entrenador.

Chema Buceta comenzó señalando que “el Director Técnico tiene que ser una persona organizada, pero también abierta a los cambios que sucedan”. Ya que tiene que ser “capaz de reaccionar con rapidez ante las necesidades que vayan surgiendo”. Planteó igualmente la reflexión sobre la circunstancia de que muchos Directores Técnicos han sido antes entrenadores, y cómo han de entender que su labor ya no es la de entrenar, “sino la de apoyar a los entrenadores”. Y no caer en el error de creer que “los demás tienen que hacer lo que tú harías si estuvieras ahí”.

Por lo tanto, la característica principal que tiene que tener un Director Deportivo es que “tiene que ser un gran dinamizador. Una persona que cree un entorno dinámico, entusiasta”. Valoró también la necesidad de ser capaz de involucrar a las personas; a los jugadores, a los entrenadores “a los que tengo que ayudar a que crezcan, se desarrollen y aporten”, y también a los voluntarios. “El deporte tiene que ir más allá de los 5 que están en la cancha. Hay que involucrar hasta al director del colegio a que le guste el deporte. Crear un interés en la gente que está alrededor de esto”.

Otra habilidad fundamental que ha de desarrollarse es la visión global. Los entrenadores muchas veces se obsesionan con corregir un aspecto concreto del juego o dar solución a un problema específico. El Director Técnico ha de ser capaz de ver más allá y tener igualmente en cuenta el medio y el largo plazo. Así como atender a “la imagen del club. Tener en cuenta las implicaciones de lo que estamos haciendo. Para ello tengo que ver cómo se están haciendo las cosas”.

Eso sí, “la relación más difícil que tiene un Director Deportivo es consigo mismo”. Ya que ha de preguntarse cuál es su motivación, cómo superar los momentos difíciles y cómo controlar las emociones. “El deporte provoca muchas emociones y las personas somos muy propensas a emocionarnos mucho. Pero las emociones son muchas veces nuestro peor enemigo”.

Buceta también insistió en la idea de que es importante saber delegar. Lo que definió como “dar responsabilidades a la gente”. Sabiendo que “a cada persona hay que darle una responsabilidad que pueda asumir”. La labor del Director Técnico ha de ser de mentor; ayudando sobre todo a los que más necesitan a avanzar en su carrera como entrenadores. “Parte de mi trabajo tiene que ser bajar a la cancha y ver qué está pasando, para luego poder dar un feedback. Tienes que saber quiénes son los que más te necesitan para poder ayudarlos”. De todas formas, “esto no quiere decir que haya que darles todas las respuestas porque entonces se convertirán en robots. Hay que dejar que los entrenadores tengan cierta capacidad de decisión ya que si no se van a involucrar menos”.

 

Otro aspecto a tener en cuenta es la relación con los padres. “A ellos también hay que ayudarles a que cumplan bien su tarea. Alguien les tiene que escuchar, explicar y contar cómo pueden colaborar”. El Director Técnico tiene que fomentar que haya actividades para padres, espacios en los que éstos puedan hablar. Eso sí, “todo esto es muy difícil sino se tiene pasión. No sólo organiza. Tiene que tener entusiasmo para transmitirlo a los demás. Tiene que creer en lo que hace”. Y cuidado; “porque a veces estamos más centrados en lo que no podemos hacer que en lo que sí podemos hacer y entonces perdemos el tiempo. Tengo que estar pensando en lo que depende de mí”.

“El Director Técnico tiene que ser por naturaleza inconformista. Alguien realista pero que siempre busca mejorar las cosas”. Y estas mejoras empiezan desde detalles como que “una canasta no puede estar vacía, es un pecado mortal”. En definitiva “lo primero que tiene que aprender un entrenador es que tiene que aprovechar al máximo el tiempo y los recursos que tiene”.

Hablando ahora de cómo compaginar los estudios y el deporte, Chema Buceta reflexionó sobre la manera en que “el deporte es un medio y no un fin. La obligación del niño o niña es estudiar, no jugar al baloncesto”. Por ello, “para motivarles tenemos que usar las herramientas que tenemos a nuestro alcance que, en nuestro caso, es que lo que más les gusta es jugar al baloncesto”. “Las personas que hacen deporte tienen que ser personas organizadas, que distribuyen bien su tiempo y que asumen sus responsabilidades. Hay que preocuparse, facilitarles que puedan estudiar. Que el deporte no sirva para que el chico o chica haga ejercicio, sino para que también se responsabilice de su actividad principal, que es estudiar”.

Para concluir, Buceta habló sobre el liderazgo. El cual, en la posición de Director Técnico, “ha de ser participativo. De escuchar y saber lo que me pidan por arriba, y ver lo que la gente que tengo alrededor piensa”. Sabiendo, eso sí, “que llega un momento en el que eres tú quien tiene que tomar las decisiones”.

Una vez Chema Buceta terminó su charla, llegaba el momento de que Juan José Hernández Liras actuara de mediador para el Debate. Hacía ya un par de horas desde que se había hecho de noche en Areteia, pero las ganas de seguir enriqueciéndose de la experiencia y palabras de los demás no habían desaparecido con el sol. Además, contábamos con la presencia de otra figura histórica del baloncesto de nuestro país, el ex – jugador y psicólogo, José Manuel Beirán, plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. Sí, aquella plata que quisimos arrebatarle al mismísimo Michael Jordan. Junto a él, Erik Mordt, de Estudio; y Jesús Pérez Castilla, de San Agustín, se sentaron junto a Charly Sainz de Aja y Chema Buceta para debatir, junto con el resto de los asistentes, sobre los distintos puntos comentados durante la jornada.

Y así, tras una intensa charla final, Juan José Hernández Liras despedía el Monográfico para Directores Técnicos organizado por la ABC, que sigue apostando por la formación. Una formación que va dirigida a todos aquellos para los que el baloncesto es mucho más que un deporte, porque sabemos que éste no sólo consiste en hacer ejercicio, sino que implica muchas cosas más. A saber, la más importante y la que aquí nos ocupa: el baloncesto ES educación. 

Nuestros partners

La Fundación Baloncesto Colegial quiere agradecer el importante apoyo de nuestros compañeros de viaje