Charla de Pepe Laso en el colegio Areteia

El pasado 25 de octubre el colegio Areteia retomó su ciclo de conferencias para alumnos deBachillerato y F.P. iniciadas el año pasado con el mundo del baloncesto como herramientay la transmisión de valores para la vida como objetivo. En esta ocasión fue el maestro Pepe Laso el invitado.

Bajo el título “Entrenándose para la vida. Con deseo desmedido” el veterano entrenador trató de dejar claro que debemos llenar nuestra vida con alguna pasión y volcarnos con ella, pues esto hará nuestra vida más grande. En su caso, lógicamente, esta pasión fue y sigue siendo nuestro maravilloso deporte, el baloncesto. A la charla asistió como invitado Gabriel Alemany, creador de Jgbasket.com, así como la directora del colegio Areteia, Doña Carmen Castelló Tardajos. Gabriel al acabar la exposición de Pepe le dio las gracias y trató de hacer ver a los alumnos que habían tenido enfrente a una persona que tiene muy claro el qué tiene que comunicar.

Pepe, entre otras cosas dijo:

“El baloncesto te enseña a ganar y a perder y consecuentemente a vivir. Te ayuda acomprender a los demás, a aceptarles como son”.

“Aprendí que el entrenador siempre tenía razón, aunque no la tuviera, por que así me iba atratar mejor ¡No os peleéis con alguien que tenéis por encima”.

“Hay que hacer un esfuerzo por separar lo útil de lo inútil”.

“No os limitéis en ninguna afición. Debéis deciros: yo voy a ser el mejor que lo haga”.

“Soñar y conversar (con contenido) es la manera más rápida de crecer”.

“Soñar es viajar barato”.

“La felicidad está en el camino”.

“La vida está dentro de nosotros, lo que viene de fuera merece la pena pensarlo, pero nuncaser fiel ciegamente a ello”.

“Siempre hay alguien de fuera. Yo decido si me interesa”.

“He tenido la suerte de tener una afición y tener curiosidad”.

“El tiempo libre, ¡entero!, hay que dedicárselo a tu afición”.

“Cuando no se sabe definir algo, sencillamente no se conoce. Es así de duro…”.

“Lo más peligroso es vivir egoístamente sin saber que se es egoísta”.

“El egoísmo es como el colesterol: hay bueno y malo”.